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Bienvenido a la Serra de Tramuntana
La Serra de Tramuntana está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural. Es el reconocimiento de la comunidad internacional a la simbiosis casi perfecta entre la acción del ser humano y la naturaleza, realizada durante siglos, de la que ha resultado una monumental obra humana en la que se mezclan cultura, tradiciones, estética, espiritualidad e identidad.
El paisaje cultural de la Serra es fruto del intercambio de conocimientos entre culturas, con pequeñas obras realizadas colectivamente con finalidad productiva, condicionadas por las limitaciones impuestas por el medio físico. Limitaciones superadas a base de sabiduría y del uso inteligente de los recursos, sin destruir el medio. Y también es la recreación de un territorio a través del imaginario colectivo y de las obras de artistas que han encontrado en él inspiración.
Según el Convenio Europeo del Paisaje, se entenderá como Paisaje Cultural cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, y su carácter es el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos. Ello sugiere que no se trata solo de mantener el territorio de la Serra tal y como se encuentra en la actualidad. Se trata también de mejorar la intervención humana, promoverla con actividades sostenibles de acuerdo a unos objetivos.
Situación
La Serra de Tramuntana vertebra el noroeste de Mallorca. Se extiende a lo largo de unos 90 km, con una anchura máxima de 15 km, sobre el territorio de 20 municipios —siendo los mayores Calvià, Pollença y Escorca—, lo que supone casi un 30% del territorio insular y más de 1.000 km2. En las zonas núcleo viven unas 8.000 personas, pero la población de amortiguamiento es de 40.000 habitantes. Varias cimas superan los 1.000 m de altura, destacando el Puig Major (1.443), el Puig de Massanella (1.348 m), la Serra d’Alfàbia (1.069 m), es Teix (1.064) y el Galatzó (1.026 m).
Serra de Tramuntana
El patrimonio, la cultura, la economía y la naturaleza, nuestro atractivo turístico.
Fue la Serra de Tramuntana la que trajo los primeros turistas a Mallorca a principios del siglo XX. Una atracción forjada por pioneros como el Archiduque Luis Salvador de Austria, enamorado de la Costa Nord, donde adquirió varias fincas situadas entre Valldemossa y Deià.